El gobierno de
Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos, EUA) quiere utilizar su experiencia
en la explotación de yacimientos petrolíferos y gasísticos para liderar
la tecnología en captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).
ECOticias.
El responsable del departamento de Energía y Cambio Climático de
los Emiratos, Rod Bradley, explicó durante una conferencia en el World
Future Energy Summit en Abu Dabi que los EUA están muy concienciados de
la necesidad de reducir su huella ecológica, ya que son el segundo país
del mundo con mayores emisiones por persona.
Cada emiratí genera una media de 36 toneladas de CO2 al año, una cantidad solo superada por los habitantes de Catar.
Sin embargo, como explica el director de
Masdar Carbon -una empresa pública de Abu Dabi dedicada a reducir la
huella ecológica de la ciudad-, Bader Saeed al Lamki, los Emiratos son
una economía creciente, por lo que su objetivo no es aminorar las
emisiones sino intentar que crezcan lo menos posible.
De momento, ya han probado durante dos
años un proyecto piloto con el que han recuperado casi una tonelada de
CO2 de una fábrica de acero.
Ahora van a extender este mecanismo a
las industria químicas, de aluminio, las centrales eléctricas y, por
último, las refinerías, en colaboración con la empresa pública de
petróleo, Adnoc.
Según explica Al Lamki, Abu Dabi cuenta
con una gran experiencia en los trabajos en yacimientos petrolíferos y
gasísticos que puede ser de utilidad para la captura y almacenamiento,
así como con una gran cantidad de potenciales reservorios para almacenar
el CO2.
Bradley ha explicado que las grandes
emisiones de los Emiratos se deben a que cuenta con mucha industria
pesada, a la construcción de grandes infraestructuras y a las altas
temperaturas que soporta la mayor parte del año.
Así, han desplegado un amplio abanico de
posibilidades para luchar contra el cambio climático, que incluye
también acciones en eficiencia energética y la introducción de sistemas
más sostenibles de transporte.
La apuesta por un transporte más
sostenible es global y en este punto coincide el presidente de
Exxonmobile en Abu Dabi, Morten Mauritzen, quien apunta que en 2040 la
mitad de los coches del mundo serán no convencionales, es decir,
eléctricos, híbridos, de hidrógeno o de gas natural.
Por su parte, el vicepresidente de
Siemens Schwiez, Sascha Brozek, asegura que la eficiencia energética
puede ser un negocio, ya que la mayoría de los edificios en Europa
tienen potencial para reducir su consumo de electricidad en una cuarta
parte.
De la misma manera, el vicepresidente
del Negocio de Edificios de Schneider Electric en Oriente Medio, Benoit
Dubarte, asegura que por cada unidad de energía que se ahorra en el lado
de la demanda se evita producir tres unidades en origen.
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