Como sociedad, una de
las principales deficiencias que encontramos en la lucha contra el
cambio climático es el acceso a información climática confiable, lo
cual es clave para el diseño de políticas eficaces relacionadas con la
mitigación, la adaptación, gestión de riesgos relacionados con el
clima o la reducción de nuestra vulnerabilidad.
ECOticias.
En la región de América Latina y el Caribe, esta necesidad ha sido ampliamente reconocida, y son
imperantes la cantidad y calidad de más y mejor
información, instituciones más fuertes, y mejores medios de
organización social para mejorar la capacidad de los países en
la región en hacer frente al cambio climático de una manera ambiental
y financieramente sostenibles, así como políticamente viable.
Tenemos entonces planteado un reto importante como región.
En la reciente Conferencia de las Partes (COP16), la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó un Marco Global para los Servicios Climáticos, en
respuesta a esta necesidad. En estos momentos, los “Servicios
Climáticos” están empezando a tomar forma en las distintas
regiones del mundo, y representan esencialmente un esfuerzo para cerrar la brecha
entre el conocimiento existente en la ciencia del cambio climático y
las decisiones y políticas que debemos desarrollar e implementar en
respuesta a - y en previsión de - este desafío global.
Yo propongo aquí entonces el establecimiento de un Servicio Climático para la región de ALC,
el cual integre los distintos niveles de conocimiento científico
generado y que vaya desde el nivel local al nacional y al regional, como
una acción fundamental para el diseño de políticas efectivas de
adaptación y gestión integral del riesgo climático. Por otra
parte, sobre la base de mi propia experiencia de
trabajo en temas relacionados con el clima en la región, propongo adicionalmente que el BID debe jugar un papel importante en este Servicio Climático, e incluso liderarlo.
¿Cuáles son los pasos siguientes? El “Servicio Climático para América
Latina y el Caribe” debe ser construído a partir de los diversos y
dispersos mecanismos institucionales y administrativos, proyectos,
recursos humanos y financieros ya existentes en la región. Debe
definir claramente las funciones de las diversas instituciones que
participan y establecer
un mecanismo de coordinación eficaz en el desarrollo de la información
sobre el clima y su traducción a productos que sean diseminados y
utilizados a través de una serie de “servicios climáticos”. Los
usuarios sectoriales a nivel nacional y local, junto con universidades,
instituciones de investigación y la sociedad civil, pueden y deben ser
atraídos e involucrados de una manera efectiva a través de
tal mecanismo.
Vale la pena recalcar que el cambio climático es un problema de
desarrollo - y el BID es el socio principal en el desarrollo de la
región de ALC . Debido a su larga historia y presencia, su conexión con
los gobiernos de la región, con el sector privado y con una gran
cantidad y variedad de instituciones y partes interesadas en todos los
aspectos del desarrollo en nuestros países, el BID está en una posición única para hacer frente a este gran desafío.
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