La empresa
alemana quiere imponer el modelo del algodón biotecnológico en Europa,
un modelo que ya ha fracasado en otros lugares del planeta. Ha
presentado la solicitud de autorización para el cultivo del algodón
modificado genéticamente GHB614. Reproducimos un texto enviado a nuestra
redacción por la entidad Coordinación contra los Peligros de Bayer
ECOticias.
Ecologistas en Acción, la Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Plataforma Rural piden el rechazo
inmediato a la solicitud de Bayer y la paralización de la contaminación
transgénica y de la venta de sustancias tóxicas. Las falsas expectativas
empresariales no justifican en ningún caso la extensión de cultivos
probados como peligrosos y con graves impactos en la salud humana y el
medio ambiente.
Es preciso recordar que Bayer produjo el MIC (isocianato de metilo),
la terrible sustancia responsable entre otras catástrofes de la muerte
de miles de personas en Bhopal (India) en 1984. También recordar que en
la India se han registrado decenas de miles de suicidios entre la
población rural. Una de las causas principales ha sido el uso de
semillas de algodón Bt modificadas genéticamente. Este cultivo necesita
una gran cantidad de agua y de plaguicidas, para plagas que las
variedades tradicionales no tenían o que se han hecho resistentes a la
modificación genética. El algodón transgénico ha disminuido las cosechas
y en consecuencia los campesinos no han podido devolver los préstamos a
los bancos, que cobraban entre un 36% y un 100% de intereses. Como
resultado, los pequeños agricultores se encuentran atrapados en un ciclo
de deudas del que no pueden salir, lo que les lleva al suicidio
consumiendo los plaguicidas con los que se han endeudado al comprarlos.
INFORMES CLAROS
Distintas organizaciones, como la Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores y Ganaderos (COAG) o Greenpeace, incluso informes de
asesores de la Unión Europea en materia de biotecnología (como el de
Gilles Eric Serallini) y muchos otros de las Asociaciones de Cámaras de
Comercio y la Industria de India, de la Universidad Nacional Autónoma de
México o de las universidades de Georgia y Arkansas en los Estados
Unidos de América (donde se calcula que el 85% del algodón cultivado es
transgénico) concluyen que el algodón transgénico no supone mayores
beneficios para los productores, sino todo lo contrario.
La empresa Bayer CropScience ha elegido a la autoridad competente
española para presentar la solicitud de autorización para el cultivo del
algodón modificado genéticamente GHB614, en la Unión Europea, de
acuerdo con el Reglamento (CE) 1829/2003. De acuerdo con este mismo
Reglamento, cuando una autoridad competente nacional recibe una
solicitud de este tipo debe informar sin demora a la autoridad europea
de Seguridad Alimentaria, trámite que ya ha sido cumplido por parte de
la Secretaría del Consejo Interministerial de OMG.
EL GLIFOSATO
Bayer afirma que esta tecnología permite el uso del glifosato. Pero
en los últimos años, están apareciendo multitud de hierbas resistentes
al glifosato, lo cual está produciendo gravísimos problemas de manejo de
los cultivos en EE.UU. y a la utilización de un mayor volumen de
herbicidas, cada vez más agresivos y dañinos para el entorno.
La introducción de cultivos de algodón transgénico en Europa podría ocasionar más riesgos a la salud y al medio ambiente. Los cultivos transgénicos tienen graves impactos ambientales, porque generan una espiral de dependencia agrícola en productos tóxicos y dañinos para la vida silvestre.
Desde que se introdujeron los transgénicos en Europa, en el Estado español la sociedad civil se ha ido organizando en plataformas y grupos antitransgénicos en todos los territorios. Sindicatos agrarios, organizaciones ecologistas, grupos de consumo, padres y madres y otros grupos de afinidad hemos salido numerosas veces a las calles para denunciar la política del gobierno español en materia de transgénicos. La sociedad no quiere transgénicos ni alimentos contaminados o peligrosos.
La introducción de cultivos de algodón transgénico en Europa podría ocasionar más riesgos a la salud y al medio ambiente. Los cultivos transgénicos tienen graves impactos ambientales, porque generan una espiral de dependencia agrícola en productos tóxicos y dañinos para la vida silvestre.
Desde que se introdujeron los transgénicos en Europa, en el Estado español la sociedad civil se ha ido organizando en plataformas y grupos antitransgénicos en todos los territorios. Sindicatos agrarios, organizaciones ecologistas, grupos de consumo, padres y madres y otros grupos de afinidad hemos salido numerosas veces a las calles para denunciar la política del gobierno español en materia de transgénicos. La sociedad no quiere transgénicos ni alimentos contaminados o peligrosos.
PRESIÓN POPULAR
Esta presión popular logró la retirada del mercado de los pesticidas
más peligrosos de Bayer, que sigue desarrollando nuevos productos y
negocios nocivos para la salud y el medio ambiente. La empresa Bayer es
criticada desde hace décadas por sus continuas prácticas contra la salud
del medio ambiente y de las personas. Ya en 1912, Bayer fomentaba el
consumo de heroína mediante anuncios en los periódicos, como “remedio
contra la tos de fácil digestión”, según nos recuerda la Coordinadora
contra los peligros de Bayer, que desde 1983 vigila a Bayer y coordina
actividades contra la violación de derechos humanos y medioambientales
por parte de esta multinacional.
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