Investigadores
del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo han descubierto que la
combinación de una molécula del aceite de oliva con la albúmina --la
principal proteína que contiene la sangre-- produce beneficios para
tratar lesiones medulares al reducir la espasticidad y el dolor en el
paciente, siempre dependiendo del tipo de lesión.
ECOticias.
El estudio se ha desarrollado en el centro hospitalario toledano
por parte del Grupo de Función Sensitivo Motor, al frente del cual se
encuentra el doctor Julian Scott Taylor y que se compone también por el
biólogo Gerardo Ávila, la bioquímica Iriana Galán y el fisioterapeuta
Julio Gómez.
El propio Scott, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que
el aceite usado hasta ahora en las investigaciones proviene de la
variedad de las aceitunas conocida como Cornicabra que se encuentra en
los Monte de Toledo.
Igualmente, ha señalado que esta línea de investigación parte de
los trabajos llevados a cabo por los doctores Medina y Tabernero, del
Instituto de Nerurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad
de Salamanca, quienes descubrieron el factor neurotrófico --crecimiento
de neuronas-- de una la molécula del ácido oleíco en combinación con la
albúmina.
EFECTOS BENEFICIOSOS
Dicho descubrimiento está siendo aplicado por el grupo de
investigación de Scott en modelos de lesión medular en roedores, lo que
les ha permitido, ha añadido el científico, observar que se producen
tres efectos beneficiosos en los experimentos llevados a cabo hasta el
momento.
El primero de ellos es la confirmación de que la combinación del
aceite con la albúmina produce un efecto neurotrófico porque las
neuronas crecen "mucho más a través de una médula afectada por un
accidente, lo que produce que los animales pueden correr más rápido y
por más tiempo", ha indicado.
El segundo de los efectos, añade Scott, es que esta combinación
actúa como un antiinflamatorio según se ha demostrado en las médulas de
los roedores. "Eso es bueno porque podría ayudar a mantener la
estructura de la médula después de una lesión", ha indicado.
Por último, ha explicado que se ha demostrado que el ácido oleíco y
la albúmina son "un fuerte analgésico" al haberse descubierto que hay
menos factores de excitación en la medula espinal dañada después de
aplicar esta combinación.
EFECTO PROMETEDOR
Scott ha destacado el "efecto prometedor" que tiene la combinación
de estas dos moléculas, aunque ha advertido de que todavía "queda
bastante por hacer", ya que el posible fármaco resultante se encuentra
todavía en fase de experimentación con animales.
Así, ha indicado que quedan por realizar algunos experimentos más
en roedores antes de que se pueda dar el paso para que se puedan hacer
ensayos piloto en pacientes, como testar la toxicología del producto o
que se pueda aplicar a los pacientes por vía intravenosa.
No obstante, ha resaltado el paso adelante que significa que la
molécula del ácido oleíco que investiga su equipo haya sido ya aprobada a
nivel europeo como 'droga huérfana', un hecho que permitirá llevar a
cabo ensayos clínicos en personas, en su combinación con la albúmina,
cuando acaben los experimentos con animales.
En este sentido, ha destacado que los avances realizados han
permitido a su equipo, en colaboración con la empresa biofarmacéutica
Lipopharma, patentar el uso del aceite y la albúmina para el tratamiento
de la lesión medular en ensayos clínicos.
También ha manifestado que, en colaboración con la compañía
farmacéutica Grifols, otro de los avances conseguidos por su equipo ha
sido poder trabajar ya con albúmina humana y comenzar a ver la
posibilidad de usar estas dos moléculas en un paciente.
FINANCIACIÓN
Todo ello, ha dicho Scott, permitirá buscar nuevas vías de
financiación para que el proyecto siga hacia adelante. Una financiación
que ha cifrado en un millón de euros, de los que dependerán, ha dicho,
los plazos para que este producto se pueda probar en personas.
A este respecto, el investigador ha señalado que se está pidiendo
financiación tanto a nivel europeo como nacional, al tiempo que ha
lamentado el "peligro" en el que está entrando la investigación
científica en España al no haber fuentes de financiación.
"Entendemos que hay crisis, pero hay que intentar seguir haciendo
este tipo de investigaciones que, en nuestro caso, llevamos haciendo ya
más de diez años", y que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de
los enfermos, ha concluido.
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