Un equipo de
investigadores de la Universidad de Toronto ha descubierto, en una
excavación en el sur de África, un vivero de dinosaurios de 190 millones
de años, el más antiguo que se conoce hasta el momento. Además, este
hallazgo ha arrojado evidencias de que las crías se mantenían en el
sitio de anidación el tiempo suficiente como para, al menos, doblar su
tamaño.
ECOticias.
Este estudio ha hallado, concretamente, un vivero del
prosaurópodo Massospondylus, uno de los primeros dinosaurios, en el que
había, al menos, diez nidos cada uno con hasta 34 huevos. La
distribución de los nidos en los sedimentos indica que estos dinosaurios
regresaban varias veces al nido, un comportamiento conocido como
"fidelidad al nido", y que es probable que se reunieran en grupos para
depositar sus huevos.
Además, el gran tamaño de la madre -de seis metros de largo-, el
pequeño tamaño de los huevos -de seis a siete centímetros de diámetro- y
la naturaleza altamente organizada de los nidos, sugieren que la madre
podría haber dispuesto los huevos, cuidadosamente, después de ponerlos.
"Los huevos, los embriones y los nidos provienen de las rocas de
un camino casi vertical de sólo 25 metros de largo pero, aun así, se han
encontrado diez nidos, lo que sugiere que hay muchos más en el
acantilado, todavía cubiertos por toneladas de roca" ha explicado el
profesor de Biología en la Universidad de Toronto, el doctor Reisz.
En este sentido, ha señalado que en ese mismo lugar ya se habían
encontrado los embriones más antiguos (también pertenecientes al
Massospondylus) aunque en fósil.
El profesor ha explicado que, "a pesar de que el registro fósil de
los dinosaurios es muy amplio" se tiene "poca información sobre su
biología reproductiva" por lo que "esta serie increíble de nidos, de 190
millones años, ofrece la primera visión detallada de la reproducción de
estos dinosaurios en su historia evolutiva temprana".
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