En declaraciones a Efeverde, el coordinador de Energía y Clima
de Greenpeace, Carlos Bravo, ha expresado sus dudas sobre la posibilidad
de que el Gobierno aproveche este año para apostar por las renovables
como paso para lograr una energía sostenible.
"Nos tememos que el
Gobierno del PP va a hacer caso omiso del Año Internacional de la
Energía Sostenible para Todos", ha lamentado.
Desde Greenpeace
temen que el Ejecutivo apostará "por mantener las energías sucias y
peligrosas", como -a su juicio- lo demuestra el hecho de que se intente
dar marcha atrás a la orden de cierre definitivo de la central nuclear
de Garoña (Burgos).
Por su parte, el responsable de energía de
Ecologistas en Acción, Rodrigo Irurzun, ha lamentado que las actuaciones
y declaraciones del nuevo Gobierno "no hacen presagiar muy buenas
espectativas" para este año, y ha recordado la decisión de instalar el
almacén de residuos nucleares de alta actividad (ATC) en Villar de Cañas
(Cuenca) "sin contar con nadie" o la intención de prologar la vida de
la nuclear de Garoña.
En declaraciones a Efeverde, Irurzun ha
incidido en la importancia de hablar más de "sostenibilidad energética"
que de "energía sostenible" para conseguir avanzar en el ahorro y
eficiencia.
Demasiado consumo
"El problema
es que consumimos demasiada energía, más de la que necesitamos para
tener una calidad de vida digna", ha lamentado Irurzun, quien ha
considerado que la apuesta por una energía sostenible se limita al
impulso de las renovables "que también tienen emisiones de CO2
asociadas".
Si mantuviéramos el nivel actual de consumo energético
y además los países emergentes quisieran igualar su gasto energético
con el de los países mas desarrollados, no sería sostenible, ha
explicado.
Para el presidente de la Fundación Renovables, Javier
García Breva, el objetivo de España de cara al Año Internacional de la
Energía Sostenible para Todos debería ser reducir la "enorme dependencia
energética" de nuestro país y sustituirla por fuentes de energía
autóctonas como son las renovables.
"Tenemos un problema muy grave
de dependencia energética porque importamos más del 80 por ciento de la
energía que consumimos y nuestra fuente principal son los
hidrocarburos, es decir, el petróleo y el gas, que hay que importarlos",
ha señalado García Breva en una entrevista con Efeverde.
Estas
importaciones han supuesto para la economía española en 2011 más de
45.000 millones de euros -según ha destacado-, lo que supone una factura
energética "que España no puede mantener indefinidamente".
El
director ejecutivo del Observatorio de la Sostenibilidad en España
(OSE), Luis Jiménez Herrero, cree, sin embargo, que este año supone una
oportunidad para que España avance en la reducción de los niveles de
pobreza energética a nivel nacional y para que colabore también con los
países en desarrollo.
Jiménez Herrero ha recordado que en la
actualidad 1.500 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la
electricidad y otros 3.000 millones siguen dependiendo de la biomasa
tradicional (leña, estiércol seco...) como única fuente de energía.
"Si
la pretensión es ir a un desarrollo sostenible mundial, la solución
pasa por sacar de esta situación a los países en desarrollo y en
particular a las capas más vulnerables", ha señalado.
Esta
situación de pobreza energética también se hace visible en España, donde
un 6 por ciento de las familias no pueden mantener en sus hogares una
temperatura adecuada.
Sin embargo, piensa que España "está muy
bien posicionada" para fomentar un modelo energético sostenible basado
en energías renovables. "Tenemos empresas punteras y líderes a nivel
mundial en eólica o solar, así que, a la hora de poder transferir
tecnologías a otros países, tenemos muchas ventajas competitivas y
podemos ser más solidarios con el resto del mundo". EFEverde
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