Según muestra
un nuevo estudio internacional, Groenlandia [cuyo significado en español
es «tierra verde»] está reverdeciendo. El año 2010 fue caluroso, lo que
provocó en el sur de Groenlandia la pérdida acelerada de unos 100 000
millones de toneladas de hielo. Los resultados del estudio también
desvelan cómo grandes porciones de roca del lecho rocoso de la isla se
elevaron un cuarto de pulgada más durante este mismo período. La capa de
hielo ejerce una presión considerable sobre el lecho rocoso, pero el
litoral rocoso se eleva a medida que el hielo se derrite.
ECOticias.
Científicos de Dinamarca, Estados Unidos y Luxemburgo midieron
la respuesta natural del lecho rocoso de la isla al peso cada vez menor
de la capa de hielo que la cubre. Para obtener los datos que necesitaban
para el proyecto GNET («Red de GPS de Groenlandia»), los investigadores
utilizaron una red de cerca de cincuenta estaciones de sistemas de
posicionamiento global (GPS) repartida a lo largo de la costa de
Groenlandia.
El responsable del proyecto, el profesor Michael Bevis de la Facultad
de Ciencias de la Tierra de la Universidad Estatal de Ohio (Estados
Unidos), explicó que la Capa de Hielo de Groenlandia se derrite año tras
año, algo que a su vez posibilita que el lecho rocoso de la isla se
eleve aún más. Según los científicos, algunas de las estaciones de GPS
instaladas en Groenlandia detectaron una elevación creciente anual del
litoral rocoso de 15 mm o más. Sin embargo, el aumento de las
temperaturas que se produjo en 2010 provocó que, en varios sitios, el
lecho de roca se elevara hasta 20 mm.
En una intervención durante la reciente reunión de la American
Geophysical Union en San Francisco (Estados Unidos), el profesor Bevis
declaró: «Los pulsos de fusión y elevación adicionales indican que
también se producirán pulsos adicionales de subida del nivel del mar. En
realidad no se trata de un proceso constante».
El profesor Bevis y sus colegas aprovecharon la flexión natural del
lecho rocoso de la isla para medir el peso de la capa de hielo. El
científico expuso que la elevación anómala que detectaron los
investigadores de GNET en 2010 era consecuencia del fenómeno de la
pérdida de hielo anómala durante ese año. Por «anomalía» se entiende un
número de días de fusión del hielo superior a la media de los años
registrados.
«De verdad que no hay otra explicación», subrayó el profesor Bevis.
«La anomalía de elevación se correlaciona con los mapas de la anomalía
del número de días de fusión de 2010. En los lugares donde hubo muchos
días extra de fusión en 2010, la anomalía de elevación alcanza sus
valores más altos.»
Las medidas ayudaron a los miembros del equipo a determinar que,
conforme el hielo se iba derritiendo, la costa rocosa se elevaba cada
vez más. Los investigadores dijeron que la magnitud de la elevación
difería entre las distintas estaciones de GPS, dependiendo de la
proximidad de cada una de ellas a las zonas donde la pérdida de hielo
fue mayor.
Los datos mostraron que las estaciones del sur de Groenlandia,
situadas muy cerca de zonas de pérdida de hielo importante, se elevaron
unos 20 mm en un período de 5 meses. Las estaciones situadas lejos de
esta zona se alzaron al menos 5 mm a lo largo de la temporada de fusión
de 2010. Cabe señalar que las estaciones ubicadas en el norte de
Groenlandia apenas se movieron en absoluto.
Los socios de GNET instalaron estaciones de GPS en el lecho rocoso
entre 2007 y 2009, concretamente en el litoral rocoso cerca de los
márgenes de la placa de hielo. Según los científicos, GNET y las redes
de GPS relacionadas con ella en todo el mundo pueden dar a los
investigadores los medios para medir la pérdida de hielo una vez se
retiren los satélites de la misión espacial GRACE («Experimento de clima
y recuperación gravitatoria») en 2015.
En el estudio participaron investigadores de la Universidad Técnica
de Dinamarca en Copenhague, del Instituto Espacial de Dinamarca, la
Universidad de Luxemburgo y la Universidad de Colorado.
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