Las fotos rebosantes de alegría, sonrisas y felicidad compartidas a
través de las redes sociales aflijen a los usuarios que las observan.
Ese curioso hallazgo fue revelado por un grupo de científicos
estadounidenses que encuestaron a los estudiantes sobre las emociones y
cambios de humor que sentían observando las fotos de sus amigos en la
Red.
Casi el 95% de los internautas de menos de 23 años reconoce que se
apena cuando en su barra de noticias ven que la vida de sus amigos es
más feliz y activa que la suya.
Además, los investigadores indican que el mal humor prevalece entre los
usuarios de las redes más activos, mientras que aquellos que invierten
menos tiempo en su vida digital se entristecen menos, pues tienden a
comparar menos su vida con la de los demás.
“No nos paramos a pensar que la gente, normalmente, trata de publicar
las mejores y más atractivas imágenes de su vida: juergas, vacaciones,
fiestas familiares”, es decir, aquello que quieren recordar, sostiene
uno de los científicos. Poca gente piensa que eso es “una concentración
de felicidad en imágenes”, agrega.
Por esa razón la vida del 'otro' empieza a resultarle a uno más
brillante que la suya. Según los investigadores, el mejor modo de
levantar el ánimo es no perderse en Internet, visitar a los amigos
‘físicamente’ y sacar sus propios fotos sonrientes y felices.
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