Tras
el anuncio este mediodía del Ministro de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, de la "reforma profunda" de la Ley
de Costas, Greenpeace lamenta las intenciones gubernamentales de
destrucción de la Ley de Costas y el grave paso atrás que supondría su
reforma. Esta política del Gobierno del Partido Popular ya se había
verbalizado durante la campaña electoral. Greenpeace no dudará en denunciar por vía judicial y/o con movilizaciones sociales cualquier recorte a la norma
que, bajo la excusa de "armonizar el desarrollo económico con la
protección de los recursos naturales" (según palabras de Arias Cañete),
vuelva a promover la destrucción a toda costa en el litoral.
ECOticias.
Con este
anuncio, Greenpeace ve peligrar los últimos tramos de costa virgen.
Proyectos como los de Marina de Cope (Murcia), diez puertos deportivos
en Baleares, las concesiones de costas para los puertos de Pasaia
(Guipúzcoa) o Tarifa (Cádiz) o el desarrollo macrourbanístico en El
Palmar tendrían vía libre para desarrollarse sobre la primera linea de
costa.
Greenpeace recuerda que todavía el deslinde, qué es y qué no es público en la costa, no se ha ejecutado completamente. Con esta situación, realizar una reforma de la Ley de Costas supondría además un gasto inasumible para el Estado y su presupuesto, ya que se tendrían que compensar económicamente los derribos ya acometidos y, por otro lado, el litoral no tendría defensa legal para amortiguar los efectos del cambio climático y las subsiguientes indemnizaciones o gastos para regeneraciones de playas o reconstrucciones de, por ejemplo, paseos marítimos.
"Hasta el momento las reformas a la Ley de Costas planteadas en el Senado y en el Congreso por el Partido Popular desde la oposición han estado encaminadas a privatizar el litoral permitiendo un uso industrial y una destrucción masiva de la costa" ha denunciado Pilar Marcos, responsable de la campaña Costas de Greenpeace. "Greenpeace recogió en tan solo una semana 10.000 firmas a favor de la Ley de Costas y si la reforma profunda amenaza el litoral virgen no dudaremos en usar toda nuestra fuerza para impedirlo", concluye Marcos.
Greenpeace recuerda que todavía el deslinde, qué es y qué no es público en la costa, no se ha ejecutado completamente. Con esta situación, realizar una reforma de la Ley de Costas supondría además un gasto inasumible para el Estado y su presupuesto, ya que se tendrían que compensar económicamente los derribos ya acometidos y, por otro lado, el litoral no tendría defensa legal para amortiguar los efectos del cambio climático y las subsiguientes indemnizaciones o gastos para regeneraciones de playas o reconstrucciones de, por ejemplo, paseos marítimos.
"Hasta el momento las reformas a la Ley de Costas planteadas en el Senado y en el Congreso por el Partido Popular desde la oposición han estado encaminadas a privatizar el litoral permitiendo un uso industrial y una destrucción masiva de la costa" ha denunciado Pilar Marcos, responsable de la campaña Costas de Greenpeace. "Greenpeace recogió en tan solo una semana 10.000 firmas a favor de la Ley de Costas y si la reforma profunda amenaza el litoral virgen no dudaremos en usar toda nuestra fuerza para impedirlo", concluye Marcos.
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