Casi un tercio
de las emisiones de CO2 producido por actividades humanas acaba en los
océanos por lo que, al reaccionar con el agua de mar, aumenta la acidez
del agua, reduciendo significativamente la tasa de calcificación de los
organismos marinos, tales como corales y moluscos, según han constatado
un equipo internacional de científicos.
ECOticias.
A pesar de las dificultades para detectar en qué medida las
actividades humanas han aumentado el nivel de acidez del mar, los
científicos han combinado diversos modelos informáticos concluyendo que
las emisiones antropogénicas de CO2 de los últimos 100 a 200 años han
elevado la acidez del océano mucho más allá de la gama de variaciones
naturales. El estudio se ha publicado en 'Nature Climate Change'.
El equipo --compuesto por modeladores del clima, conservacionistas
marinos, químicos del océano, biólogos y ecologistas, y liderado por
Tobias Friedrich y Axel Timmermann Axel, del International Pacific
Research Center de la Universidad de Hawaii, en Manoa-- llegó a esta
conclusión mediante el uso de modelos que simulan las condiciones
climáticas y oceánicas desde hace 21.000 años, durante el Último Máximo
Glacial, hasta finales del siglo XXI.
Los investigadores estudiaron cambios, en sus modelos, en el nivel
de saturación de aragonita (una forma de carbonato de calcio), que
normalmente se utiliza para medir la acidificación del océano; según la
acidez del agua del mar se eleva, cae nivel de saturación de gotas de
aragonita.
Los niveles actuales de saturación de aragonita en algunas
regiones claves de coral ya han caído cinco veces por debajo del rango
pre-industrial de la variabilidad natural. Por ejemplo, si el ciclo
anual de la saturación de aragonita variaba entre 4.7 y 4.8, ahora varía
entre 4.2 y 4.3, lo que --basándose en otro estudio reciente-- puede
traducirse en una disminución del 15% en las tasas de calcificación
total de los corales y otros organismos que forman conchas de aragonito.
Teniendo en cuenta el uso continuado de combustibles fósiles, los
niveles de saturación se reducirán aún más, lo que podría reducir las
tasas de calcificación de algunos organismos marinos en más de un 40% en
los próximos 90 años, según los expertos.
"Cualquier descenso significativo por debajo del nivel mínimo de
aragonita, al que los organismos han estado expuestos a miles de años,
es probable que los estrese, a ellos y a sus ecosistemas asociados",
afirma el autor principal, Tobías Friedrich.
"En algunas regiones, la tasa de cambio en la acidez del océano,
desde la Revolución Industrial, es cien veces mayor que la tasa natural
de cambio entre el Último Máximo Glacial y los tiempos de
preindustriales. Cuando la Tierra comenzó a calentarse hace 17.000 años,
tras el último período glacial, los niveles atmosféricos de CO2 pasaron
de 190 partes por millón (ppm) a 280 ppm en 6.000 años, así que los
ecosistemas marinos tuvieron tiempo suficiente para adaptarse. Ahora, un
aumento similar en la concentración de CO2, tendrá lugar con un tiempo
de ajuste de sólo 200 años", ha indicado.
A escala global, los arrecifes de coral se encuentran actualmente
en los lugares donde la saturación de aragonita llega a niveles de 3.5 o
más. Estas condiciones existen en la actualidad en aproximadamente el
50% de los océanos, principalmente en los trópicos.
El estudio sugiere que algunas regiones, como el Pacífico oriental
tropical, se verán menos afectadas que otras debido a una mayor
variabilidad natural subyacente de la acidez del agua, lo que ayudará a
amortiguar los cambios antropogénicos. La saturación de aragonita en el
Caribe y el Pacífico ecuatorial occidental muestra una variabilidad
natural muy limitada, por lo que estas regiones serán particularmente
vulnerables a la acidificación del océano inducida por el hombre.
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