Amplias zonas del país han registrado en las últimas semanas entre un
50 y 75% menos de lluvia de los valores normales y temperaturas cuatro
décimas por encima de lo habitual.
Estas circunstancias no han influido de forma significativa ni en la
salud de la población ni en las "boinas" de contaminación que
acostumbran acompañar los grandes anticiclones invernales del mes de
enero, según los expertos consultados por Efe.
La sensación de un invierno muy suave quizá obedezca a que el
comienzo de enero está siendo seco y se superpone al déficit (de lluvia)
de diciembre, ha explicado a EFE el portavoz de la Agencia Estatal de
Meteorología (Aemet), Ángel Ribera.
El pasado mes, ha dicho al respecto, registró cuatro décimas por
encima del valor medio de temperatura, pero con un reparto bastante
regular: más cálido de lo normal en la mitad sureste y más frío en la
mitad suroccidental.
Y también resultó muy seco: ha llovido en general un 30 por ciento
menos de los valores históricos, como media 25 litros por metro cuadrado
en la península, en lugar de 82 litros.
Todo esto "sitúa a diciembre como el más seco desde 1988 y el cuarto más seco" del último medio siglo.
Durante los primeros días de enero también está lloviendo menos de lo
corriente, aunque ahora "es el tiempo de los grandes anticiclones
invernales".
Pese a la percepción social, invierno no es la estación en la que más llueve, sino otoño y primavera.
En estos momentos, el balance hídrico (que se inicia el 1 de octubre)
se sitúa en un 35%, pero hay zonas que están por debajo del 50% -como
Canarias- y amplias áreas se sitúan del 50 al 75%, entre ellas la mitad
occidental de Castilla-La Mancha, el tercio oriental de Extremadura,
todo el norte de Andalucía y zonas del cantábrico y Pirineos.
Ribera ha señalado por último que un anticiclón siempre supone una
"tapadera" sobre el suelo, que acumula todos los gases y los humos como
"una losa".
Por otro lado, el doctor Francisco Camarelles, de la Sociedad
Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha explicado que
el tiempo de las últimas semanas no ha variado los patrones de consulta
de los pacientes y no han aparecido patologías asociadas al mismo.
De todo modos, finales de diciembre y, sobre todo, el mes de enero es
un tiempo de "alta demanda", debido a las infecciones respiratorias y
los "buenos propósitos" (dejar de fumar, adelgazar, chequeos...), pero
la ausencia de lluvia y un invierno más suave no ha influido en la salud
de la población, según Camarelles.
Por último, Ecologistas en Acción ha señalado hoy que el problema de
la contaminación atmosférica que sufre Madrid, y que cada año supone "la
muerte prematura de 2.000 personas", no es el "tiempo seco".
En su opinión, esta es la excusa bajo la cual la alcaldesa, Ana
Botella, esconde la inacción por parte del Ayuntamiento de Madrid para
atajar este grave problema de salud pública.
El problema de la contaminación "reside en la gran cantidad de tubos
de escape que circulan por la capital, y en la falta de medidas de tipo
estructural para reducir su uso".
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