Los hongos
pueden ser unos aliados inesperados en los esfuerzos para mantener el
plomo peligroso bajo control, según los resultados de un estudio
publicado en la revista 'Current Biology'.
ECOticias.
El plomo es un importante material estructural e industrial y,
como consecuencia desafortunada de su uso extendido -desde armas de
fuego a pintura-, la contaminación por plomo es un grave problema
mundial.
Se ha intentado contener el plomo de los suelos contaminados a
través de la adición de fuentes de fósforo, un elemento que permite la
incorporación de plomo en un mineral piromorfita estable; sin embargo,
este cambio es considerado como un fenómeno puramente químico y físico,
no biológico.
"El plomo es generalmente considerado como una sustancia muy
estable", explica Geoffrey Gadd, de la Universidad de Dundee, así que
"la idea de que los hongos y otros microbios puedan cambiar su forma ha
sido bastante inesperada".
En el nuevo estudio, los investigadores examinaron cuidadosamente
pedazos de plomo después de haber sido incubados con y sin hongos. En
la muestra con presencia de hongos, el plomo comenzó a mostrar signos
de formación de piromorfita después de un mes, mientras que los
minerales que se encontraban en la superficie del plomo incubado sin
hongos presentaban formas menos estables, como resultado de la
corrosión normal.
"Parece que la capacidad de muchos hongos para producir ácidos
orgánicos u otras sustancias puede ser muy importante para la liberación
de formas de plomo que puedan reaccionar con las fuentes de fósforo
para formar piromorfita", explica Gadd.
Aunque no todas las especies de hongos son capaces de transformar
el plomo de esta manera, parece que muchas de ellas pueden, agrega el
investigador. Según Gadd, este descubrimiento es otro ejemplo de las
cosas increíbles que los hongos y los microbios pueden hacer por el
medio ambiente.
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