La
industria tequilera es una de las más redituables en México; sin
embargo, durante la elaboración de este mezcal se producen residuos de
difícil disposición y es un reto buscar cómo aprovecharlos.
ECOticias.
A este respecto, la empresa Carbon Diversion América Latina
cuenta con una tecnología capaz de convertir diferentes biomasas en una
fuente de energía renovable y ha empezado con la de agave.
De acuerdo con el ingeniero Francisco Xavier Villaseñor Pérez-Verdía,
director general de la empresa, el proceso requiere recibir los
desechos de la industria tequilera, los cuales serán exprimidos,
triturados y secados hasta tener una humedad inferior a 12 por ciento.
Posteriormente serán molidos y sometidos a un proceso de compresión o
densificado, con el objetivo de convertirlos en briquetas (cilindros de
10 centímetros de diámetro con una longitud variable de 3 a 30
centímetros).
Agregó que en 2012 la compañía también fabricará pellets (cilindro de
pequeñas dimensiones) de biocombustible con esta biomasa, los cuales
tendrán 2.5 centímetros de largo y cinco milímetros de diámetro.
Villaseñor Pérez-Verdía comentó que tanto las briquetas como los
pellets pueden ser fabricados de varios tipos de residuos como el bagazo
de la caña de azúcar, estopa de coco, huesos de mango, cáscara de fruta
y nueces; así como de lirio de Chapala, que es considerado una plaga en
los cuerpos de agua, entre otros.
Asimismo, indicó que este biocombustible tiene un poder calorífico
superior al del pino, ya que en el caso del agave es de cuatro mil 192
kilocalorías por kilogramo, cantidad superior a la que se obtiene de
otras materias primas utilizadas en la fabricación de briquetas y
pellets en países como Estados Unidos y Canadá,
Destacó que pretenden introducir este biocombustible en aquellas
industrias que requieren calor en su ciclo productivo. En especial,
desean sustituir el combustóleo que actualmente emplean las tequileras
durante la cocción de las piñas de agave y la elaboración del tequila.
Ello con el propósito de invitarlos a ser empresas sustentables que den
uso a sus propios desechos.
Sin embargo, las briquetas serán útiles en toda la industria
mexicana, incluyendo a la industria dulcera o refresquera, por mencionar
algunos ejemplos. En cuanto a los pellets, refirió que podrán sustituir
al gas natural en hoteles, hospitales y restaurantes, como se hace en
la actualidad en países desarrollados.
Por otro lado, el directivo de la compañía jalisciense reconoció que
su biocombustible es considerado carbón neutro, en lo que a emisiones se
refiere, debido a que es un residuo que no aporta más gases de efecto
invernadero al ser quemado que las que el propio bagazo generaría al
descomponerse en forma natural como lo ha venido haciendo en los últimos
siglos.
Además, tiene el beneficio que es un biocombustible homogéneo,
siempre con una humedad inferior a 15 por ciento, lo que permite una
perfecta combustión y emisiones de dióxido de carbono mínimas.
De hecho, aseveró que la fabricación de este biocombustible ayuda a
reducir las emisiones de dióxido de carbono, pues da tratamiento a
residuos de difícil disposición, con beneficios superiores a los que se
obtienen en la tradicional elaboración de composta, la cual es un
proceso largo (seis a siete meses) y tiene un costo que no reditúa.
La fabricación de briquetas y pellets a partir de bagazo y hoja de
agave le valió a Carbon Diversion América Latina el primer lugar en el
Cleantech Challenge México 2011, certamen que reconoce y apoya a las
empresas verdes en el país.
A decir de Villaseñor Pérez-Verdía, este reconocimiento significa
que, en un corto plazo, replicarán la planta convertidora de energía a
ciclo cerrado en toda la República Mexicana, similar a la piloto
localizada en Amatitán, Jalisco, y que es operada por la empresa
Transformación Carbón y Energía.
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