Estamos ante un libro que es un verdadero manual de porqué y cómo realizar un cambio hacia una alimentación consciente, que tenga en cuenta tanto nuestra salud como la del planeta en que habitamos.
ECOticias.
Su autor es un ingeniero agrónomo, pionero en Europa de la divulgación de la agricultura ecológica; es cofundador de IFOAM y miembro destacado de Nature et Progrès, y tiene una veintena de libros publicados sobre temas de alimentación, conocimiento del hábitat y bioconstrucción.
Estamos ante un trabajo realmente excelente, tanto en la claridad de
la exposición como en el aspecto de investigación y documentación que
prueban con creces cada una de sus aportaciones a este esencial debate
que la humanidad tiene sobre la mesa: la influencia de la alimentación en la salud y en la situación del planeta.
En la primera parte se saca a la luz la amenaza de continuar con una
agricultura contaminante, con un anexo muy interesante sobre distintas
publicaciones científicas que demuestran la nefasta influencia de esa
agricultura en nuestra salud y el peligro de dejar las manos libres a
una industria agroalimentaria que nos enferma con su alimentación
desnaturalizada y sus peligrosos aditivos. Nuestro capital de salud esta
realmente mermado y los índices de enfermedades cardiovasculares,
cáncer, obesidad o diabetes no cesan de crecer. No podemos seguir
manteniendo unos hábitos alimentarios erróneos que han hecho de la
obesidad una epidemia. La segunda parte es un manual completo para
conocer los cambios que debemos acometer con urgencia, y que muchos ya
han iniciado, como practicar y defender la agricultura ecológica que
evita los plaguicidas y otros productos químicos que envenenan tierra,
aire y agua, y por lo tanto al hombre. Se habla también de los efectos
benéficos de comer productos ecológicos, efectos avalados por las
conclusiones de los últimos estudios; de cómo transformar y cocinar
nuestros alimentos sin desnaturalizarlos; de cómo discernir entre las
distintas teorías dietéticas y conocer unas reglas generales que nos
permitan seguir una dieta equilibrada, a base de cereales, legumbres,
verduras y frutas y en último lugar la proteína animal, que no sólo
enferma, si es excesiva, sino que es la causa de la deforestación de
gran parte de nuestro planeta. El autor desarrolla una cartografía
completa para dar el paso hacia una alimentación sana, que además de
divertida —tiene un capítulo de menús variados que se adaptan
perfectamente a la crisis económica—, es consciente, pues el que la
practica asume la responsabilidad que todos tenemos cuando decidimos
cada día qué vamos a comer.
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