viernes, 27 de enero de 2012

Una hispana educa sobre medioambiente en Chicago

La hispana Kimberly Wasserman Nieto promueve mejores condiciones medioambientales para los residentes de La Villita, en Chicago, de gran concentración hispana y uno de los barrios más afectados por la contaminación en el país.

Fábrica de Crawford en La Villita (Chicago)Nieto, de 35 años y madre de tres niños no sólo ha vivido en esta barrio toda su vida, sino que también es la directora ejecutiva de la Organización de La Villita por la Justicia Ambiental (LVEJO, en inglés) en la que ha trabajado durante trece años.
Antes daba clases de computación en el Little Village Boys and Girls Club, pero cuando amenazaron con cerrar ese centro, ayudó a organizar a cientos de jóvenes y el club permaneció abierto. Tras lo cual le ofrecieron trabajar para LVEJO.
Densamente poblado, La Villita tiene 91.071 habitantes
"Para los hispanos, en general, pero específicamente los mexicanos y méxicoamericanos, los índices de asma son muy bajos, excepto en un lugar: La Villita", dijo la activista en entrevista con Efe.
"Nuestro índice de asma aquí es aún más alto que el índice nacional", explicó Nieto. "Y eso no es por accidente, no es porque todos fumamos, no es porque todos tenemos cucarachas en nuestras casas, no es por nada que nosotros hacemos como individuos, es por la calidad del aire en nuestra comunidad".
Foto/EFE/Antonio Zavala
Salud y contaminación
Parte de su lucha, explicó Nieto, es concienciar a los residentes de La Villita de que su estado de salud tiene relación con la actividad de la planta Crawford, construida en 1924 al sur del barrio, que aún usa carbón para generar energía eléctrica.
Una planta similar, Fisk, está localizada en Pilsen, otro barrio hispano de Chicago con resultados similares.
LVEJO ahora no está sola en su lucha contra la planta Crawford, como cuando empezó hace años, porque grupos de otros barrios de la ciudad le han dado su apoyo a esta organización pionera.
Ese reconocimiento, dijo Nieto, es esencial cuando acude a tocar las puertas del poder en la ciudad.
El reloj de la Villita, donado por los mexicanos"Eso nos ayuda mucho", señaló. "Ayuda porque los oficiales de la ciudad ven que nuestro trabajo está siendo visto y ellos tienen que ponernos más atención y hablar con nosotros".
"Giras tóxicas"
Foto/EFE/David Cárdenas
Para concienciar a la comunidad, la organización ha creado las llamadas "giras tóxicas", las que en una o dos horas llevan a grupos de personas a los sitios en donde LVEJO muestra los efectos de la contaminación.
"La realidad de las cosas es que la mayoría de nuestros vecindarios tiene industria ahí al otro lado de la calle, prácticamente en nuestras yardas (patios), pero nunca nos hemos detenido a preguntar cómo nos afecta y qué estamos respirando", señaló la hispana.
Nieto afirmó que los hispanos se olvidan del medio ambiente, mientras luchan por otros problemas urgentes como la reforma migratoria, educación y vivienda.
cartel de una taquería en La Villita, Chicago, EEUU"Desafortunadamente como comunidad hispana el medio ambiente no está muy arriba en su lista de prioridades", dijo Nieto. "Nosotros en LVEJO estamos tratando de hacer ver que todas esas cosas y el medio ambiente están conectados al lugar en donde vive la gente, y no está separado".
Uno de los retos más grandes a través de los 15 años del grupo ha sido tratar de cambiar la actitud de extremo respeto que los hispanos sienten hacia las autoridades, lo que les impide tomar acción en cuestiones que dañan su salud y afecta sus vidas.
Después de años de trabajar con los residentes, Nieto asegura que ya ellos están más convencidos de que es necesario cuestionar al poder y pedir cuentas.
Foto/EFE/Antonio Zavala
Un parque para hacer ejercicio
En ese sentido, el trabajo de la organización se extiende a luchas por la educación y el transporte público, así como por espacios públicos en donde crear jardines y parques para los residentes de La Villita.
Entre los proyectos que impulsa la organización está la creación de un parque nuevo al este del barrio, para que los vecinos puedan caminar y hacer ejercicio.
"Todo está relacionado", insistió la activista."Cuando nuestros niños ya no tienen bibliotecas públicas, cuando ya no tienen parques públicos todas estas cosas están relacionadas al medio ambiente y cómo nos realizamos como gente saludable".
Otro sueño de Nieto es crear una ruta del transporte público de la ciudad que atraviese el barrio por el lado sur para ayude a la gente a llegar sus trabajos y a sus escuelas.
"Tenemos que recordarle a la gente que tenemos que luchar por el transporte y la educación públicos", señaló Nieto. "Y tenemos que luchar por nuestro derecho al aire limpio, a terrenos limpios y a una agua limpia". EFEverde

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