Fuentes del servicio de contaminación acústica del Ayuntamiento de
Valencia han explicado a EFE que llevan años mejorando las instalaciones
de muchos centros públicos con el fin de disminuir la contaminación
acústica sufrida por los escolares y docentes como consecuencia del
tráfico en las calles contiguas al colegio.
Para ello, han
desarrollado una experiencia piloto, con una inversión de más de 1,7
millones de euros, consistente en la instalación de paneles
fonoabsorbentes en el perímetro exterior de catorce colegios públicos
para atenuar los niveles sonoros en el camino de transmisión desde las
fuentes del ruido hacia el interior.
Se han instalado barreras
correctoras para minimizar el impacto acústico en los colegios Comunidad
Valenciana, Primer Marqués del Turia, Benimaclet, Fernando de los Ríos,
Pinedo, Santiago Grisolía, Vicente Gaos, Mare Nostrum, Serrería, Ayora,
Antonio García López, Ciudad de Bolonia, Francisco Giner de los Ríos y
Horno de Alcedo.
La Ley 37/2003 del Ruido establece que el
objetivo de calidad acústica recomendable en el exterior de los centros
escolares para permitir el óptimo desarrollo de las actividades no debe
superar los 60 dBA.
Las mismas fuentes han explicado que se han
realizado mediciones simultáneas a uno y otro lado de las pantallas con
cuatro sonómetros, ubicados dos en el interior de los colegios y otros
dos en el exterior.
Ambos instrumentos se colocaron a dos metros
de distancia de los paneles y a alturas situadas a 1,20 metros -la
altura media de los escolares receptores de los ruidos-, y a 6 metros
-medida sobre la cual no tiene efectividad la pantalla-.
Los
resultados de las mediciones muestran que tras la colocación de las
pantallas se consiguen atenuaciones acústicas entre 5 y 8 decibelios, lo
que supone reducciones de nivel sonoro de hasta casi la cuarta y octava
parte del nivel acústico inicial, respectivamente.
Como ejemplo,
en las mediciones realizadas en los colegios Comunidad Valenciana y
Marqués del Turia, dos de los que concentran más cantidad de tráfico en
sus alrededores, se han registrado disminuciones de los decibelios,
gracias a las pantallas, de 7,3 y 9,2 dBA, respectivamente.
En
concreto en el primero de ellos, a 1,5 metros de altura, la medida en la
calle era de 67,7 dBA y dentro del colegio de 58,9, una disminución de
8,8 decibelios, a la que hay que restar 1,5 por la distancia del
sonómetro, por lo que la cifra se queda en 7,3 dBA.
En el Colegio
Público Marqués del Turia todavía se ha registrado un mayor descenso, ya
que los 71,5 decibelios medidos en la calle se convierten en 60,8
dentro del colegio, lo que supone un descenso de 9,2 dBA (si se le resta
1,5 por la distancia del sonómetro).
En la colocación de las
barreras acústicas, el consistorio ha cuidado el acabado estético tanto
desde el interior como desde la vía publica y en muchos de los centros
se han combinado diferentes tipos de pantallas.
Para las caras
interiores ha optado por pantallas de madera absorbente que tienen la
doble función de aislamiento y absorción acústica y que constan de un
bastidor matriz de madera de 100 milímetros de espesor tratada para
albergar en su interior varias capas de lana de roca y aislantes.
Además,
se han utilizado pantallas de metacrilato, altamente transparentes y
traslúcidas, extremadamente sensibles a la intemperie y al
envejecimiento y sencillas de moldear y manipular gracias a su ligereza.
EFE
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