La materia prima para fabricar los envases de plástico será totalmente de origen vegetal antes de que acabe la próxima década, con la caña de azúcar como recurso orgánico principal de la nueva técnica que desplazará a los derivados del petróleo.
Los proyectos piloto de estas nuevas botellas plásticas "bio
elaboraas" cuentan ya con entre un 20 y 30% de material vegetal en su
composición, que para 2020 podría ser 100% de tallos vegetales, cortezas
de plantas y pieles de frutas.
Embotelladoras multinacionales y
compañías fabricantes de envases de bebidas trabajan paralelamente en
todo el mundo en una carrera para conseguir que el plástico, de origen
sintético, sea totalmente orgánico.
Empresas como Coca Cola
Internacional y Aguas Lanjarón, en España, ya han presentado envases
conocidos como "PlantBottle", "botellas planta" elaboradas parcialmente
con caña de azúcar, que, según se ha asegurado, serán totalmente
biodegradables antes de 2020 y, por lo pronto, reducen en alrededor de
un 25% la huella de carbono de su proceso de producción.
La
responsable de Comunicación de Coca Cola España, Sara Picazo, ha
informado a EFEverde que "el objetivo de 'PlantBottle' es expandir esta
técnica a todos los envases de la compañía en un futuro y obtener un
envase con el 100% de materiales de origen vegetal procedentes de la
caña de azúcar e incluso los tallos vegetales, las pieles de frutas o
las cortezas".
Y por su parte, la compañía de bebidas Lanjarón ha
puesto a la venta este año la primera garrafa de agua con 6,25 litros de
capacidad fabricada en un 20% con plástico de origen vegetal, lo que
reduce en un 21% las emisiones de CO2 y disminuye el peso del
recipiente.
La portavoz de Comunicación de la empresa María José
Adamuz aclaró a EFEverde, sobre la elaboración del nuevo envase, que "la
fabricación de botellas de plástico PET -las más comunes- ya se obtiene
a través de un polímero que contiene una parte de origen vegetal".
El
plástico "orgánico" se impone también en otras modalidades como las
nuevas pelotas de golf biodegradables y hasta las urnas funerarias que
se desintegran de forma natural en el mar.
En Barcelona, se
fabrican pelotas biodegradables para jugar golf que además están
rellenas de comida para peces, lo que asegura que no quede rastro de
ellas si son lanzadas al mar.
Otra iniciativa española, la fabricación de urnas funerarias biodegradables, está revolucionando el mercado chino.
Desde
hace cinco años, Beijing Ecosistem Tech-Commercial, de capital español,
atiende el general interés de entregar al mar las cenizas de los seres
queridos, en este caso preciso, sin dejar ninguna huella. EFEverde
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