Díaz Trillo ha ofrecido estos datos durante la presentación en Córdoba del libro 'El buitre negro: situación
ECOticias.
El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en
funciones, José Juan Díaz Trillo, ha cifrado este miércoles en 296 el
número de parejas reproductoras de buitre negro que, según los últimos
censos elaborados por su departamento, se consideran consolidadas en
Andalucía.
Díaz Trillo ha ofrecido estos datos durante la presentación en
Córdoba del libro 'El buitre negro: situación, conservación y estudios',
publicado a partir de las conclusiones de un seminario científico
celebrado en Córdoba en 2004 dedicado a la conservación de la especie.
El consejero ha destacado que, si bien los últimos datos apuntan
un leve descenso del total de parejas (303 en 2010 frente a las 296 en
2011), se consolida la tendencia al alza de sus poblaciones desde que la
Consejería de Medio Ambiente pusiera en marcha el Plan de Recuperación y
Conservación de Aves Necrófagas el año 2002.
Según ha destacado el titular de Medio Ambiente en funciones, el
cambio en la categoría de esta especie necrófaga en Andalucía es un
logro para su conservación que, gracias a un aumento constante en sus
efectivos, pasó en el año 2010 de la categoría 'En Peligro' a la de
'Vulnerable' en Andalucía, reduciéndose, asimismo, el nivel de amenaza
según los criterios establecidos por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que el número de buitres negros
adultos, sexualmente maduros, se ha mantenido por encima de los 250
durante los últimos años.
Este éxito reproductor registrado en la última década gracias a
las actuaciones contempladas en el programa de conservación ha permitido
registrar la cifra de 182 pollos volantones, de 261 puestas
confirmadas. Díaz Trillo ha anunciado que el incremento poblacional de
la especie ha aumentado el número de adultos sexualmente maduros por
encima de los 444 ejemplares, lo que sitúa la tasa reproductora cerca ya
de lo que es normal para esta rapaz y aleja aún más al buitre negro de
volver a estar en peligro de desaparecer en la región.
El Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro,
cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, arrancó
en 2002 con 182 parejas reproductoras en Andalucía, una década después
esta cifra ha crecido un 43%, incrementándose también el área de
expansión de la especie. Las cifras indican que en los últimos meses se
registraron 103 parejas reproductoras en Sierra Pelada; 71 en la Sierra
de Andújar; 43 en Hornachuelos; 63 en la primera de las zonas de
reproducción de la Sierra Norte y otras 2 en la segunda área de
reproducción del parque natural sevillano.
José Juan Díaz Trillo ha destacado que el programa de recuperación
del buitre negro ataca a dos de las principales causas de mortalidad de
esta especie: el veneno y la desnutrición. En el primero de estos
factores, la eficacia de la Estrategia Andaluza para el Control de
Venenos ha reducido considerablemente el número de animales muertos por
esta práctica ilegal. Al mismo tiempo, para evitar los riesgos de
desnutrición, la red de muladares de Andalucía aporta en torno a dos
millones de kilos de carroña anuales. Al mismo tiempo, la Consejería de
Medio Ambiente trabaja en la recuperación de las mermadas poblaciones de
conejo de Sierra Morena.
Otras actuaciones incluidas dentro de este programa han consistido
en la reducción de molestias en las áreas de reproducción; la
reconstrucción de nidos e instalación de nidales artificiales; el
rescate de huevos, pollos huérfanos o abandonados y otros ejemplares
recuperables; la reducción del riesgo de colisión con tendidos
eléctricos; o el marcaje de ejemplares con transmisores GPS para
facilitar su seguimiento.
CAMPAÑA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
El fomento del espíritu conservacionista y del conocimiento de las
especies amenazadas y los riesgos para su supervivencia en los más
jóvenes es fundamental, sobre todo en las zonas de distribución de estas
especies. Por ello, se desarrolla cada curso escolar una campaña
divulgativa del Programa Buitre Negro en centros de enseñanza de
Andalucía, consistente en charlas-coloquio dirigidas a estudiantes de
primer y segundo curso de Secundaria Obligatoria, y excepcionalmente de
otros niveles, entre otras iniciativas.
En el curso pasado se visitaron 38 centros públicos y privados de
28 localidades de las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén, con
una participación de 2.300 estudiantes. Desde la puesta en marcha de
esta iniciativa en 2002 han participado en la misma un total de 16.700
alumnos.
DESCENSO DEL USO DE VENENO
En la misma jornada, José Juan Díaz Trillo ha presentado también
el libro 'El uso ilegal de cebos envenenados: análisis
técnico-jurídico", un manual de trabajo editado por la Consejería de
Medio Ambiente orientado a la formación y especialización de juristas,
agentes de Medio Ambiente y de la autoridad acerca de esta práctica
ilegal.
Díaz Trillo ha asegurado que desde el año 2006 se puede apreciar
un descenso de aproximadamente un 50 por ciento en la localización de
cebos envenenados en el medio natural andaluz gracias al trabajo
desarrollado a partir de la Estrategia andaluza contra el veneno, que ha
permitido minimizar el impacto potencial del veneno en la fauna
catalogada.
En este sentido, el consejero de Medio Ambiente en funciones ha
subrayado que aumento en el esfuerzo de detección, unido a factores como
el desarrollo de nuevas técnicas que permiten detectar cada vez más
casos, el incremento de la coordinación administrativa, judicial y
policial, o la mayor implicación social, repercuten en una elevada
presión sobre el envenenador que está generando la consabida reducción
en el uso de estas sustancias.
Así, según Díaz Trillo, el éxito de estas medidas ha colocado a
Andalucía como referente en la lucha contra el veneno, lo que ha
motivado que otras comunidades dentro y fuera de España pidan
asesoramiento y apoyo a la Junta de Andalucía.
Gracias al apoyo financiero del Fondo Europeo Agrícola de
Desarrollo Rural se han desarrollado medidas como las patrullas
específicas de agentes de Medio Ambiente que actúan a modo de brigadas
de investigación de envenenamientos de fauna, las cuales están ya
activas en 5 provincias andaluzas. Asimismo, la Consejería de Medio
Ambiente cuenta con dos unidades caninas especializados en la detección
de venenos, un instrumento pionero que se ha convertido en la más eficaz
herramienta de detección y de disuasión.
Otras medidas desarrolladas en Andalucía son la organización de
sesiones de trabajo con cazadores y ganaderos (548 en 2009), que
permiten divulgar, concienciar, e involucrar a estos colectivos en la
lucha contra dicha práctica. También se ha reforzado en los últimos años
la cooperación con el Seprona en esta materia, y recientemente se ha
editado un libro en el que se recopila la normativa relacionada con la
conservación de la biodiversidad, y de manera específica la que permite
luchar contra la utilización ilícita de venenos.
Con estas y otras iniciativas el Gobierno andaluz promueve el
compromiso de la sociedad en general y de los colectivos más afectados
como medida necesaria para acabar con la colocación de venenos, un
problema que constituye un grave riesgo para muchas especies, incluidas
algunas seriamente amenazadas. La intención de la Consejería de Medio
Ambiente es fomentar el progresivo aislamiento del envenenador,
publicitando acciones claramente opuestas al empleo de venenos e
impulsando una respuesta tanto individual como colectiva frente a este
atentado contra la naturaleza.
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