domingo, 29 de abril de 2012

Tala, el respiradero de La Primavera


Rosendo Ramírez está esperando en la plaza principal de Tala a que el doctor de las farmacias similares abra su local. Siente que se ahoga. Hoy es miércoles y el reloj afirma que son las nueve menos cuarto. Rosendo se toca el pecho y dice “tengo crecido el corazón, no puedo estar donde hay muchas personas… y este ambiente me está matando. Cuando se siente el olor a fogata y a quemazon, me friega mucho. Se me suba la presión a 200 y me tumba, me desmayo”.

Los habitantes del municipio de Tala denuncian la lentitud de las autoridades municipales y estatales para reaccionar ante la contingencia ambiental que se vive en la zona. El cielo dejó de ser azul y ahora es una nata color azufre. Estela Gutiérrez es ama de casa, cuando le preguntamos si no siente hoy la contaminación nos ve con ojos de ternura como pensando que esto no es nada. Y luego cuenta “hubieran venido el lunes, ese día sí de veras… nomás de caminar te ardía la garganta, los ojos, no podías respirar. Fue una de dolores de cabeza. Feo, es día sí se puso feo. Ahí en la clínica mucha gente terminó en emergencias”.

Tras el incendio que ha afectado a cuatro mil hectáreas del Bosque de la Primavera y que comenzó el sábado 21 de abril de 2012, el humo y los contaminantes no han afectado de manera considerable la calidad del aire en la zona metropolitana de Guadalajara debido a la dirección de los vientos, señaló ayer el Hermes Ulises Ramírez Sánchez, investigador y director del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Según datos de la Red de Monitoreo Atmosférico de Guadalajara, la calidad del aire en los puntos más afectados la ciudad aún es regular. Hoy por la mañana el único punto que presentó mala calidad del aire fue la estación de Oblatos.

Sin embargo, de camino a la zona valles es muy común ver hollín en el suelo y por la carretera la visibilidad se dificulta por la gruesa capa de bruma. Se ha dicho que los vientos favorecen la propagación de humo y contaminantes a los municipios de la región Valles, la mayoría ubicados al este del bosque.

Ramírez Sánchez comentó que Tala puede ser el municipio más conflictivo por su cercanía al Bosque de la Primavera. Además, explicó que las propias condiciones meteorológicas pueden favorecer a que el humo se almacene durante la noche y la madrugada, gracias al fenómeno de la inversión térmica. Ello propiciaría que el humo permanezca en capas muy bajas de la atmósfera, lo que provocaría “que la población inhale ese tipo de gases”.

Autoridades lentas

Pero lo anterior es minimizado por las autoridades de Tala. El alcalde, Jorge Rivera, comenta que “no hemos tenido hechos que lamentar, no hay registro de problemas graves en cuanto a salud. Hasta el momento lo más grave son casi las mil hectáreas que se han quemado en nuestro municipio”.

Si tomamos en cuenta que el 33% del municipio es Bosque, las mil hectáreas que se han consumido, según los reportes del mismo alcalde, parecen apenas un pellizco. “Son cosas lamentables, porque nosotros queremos mucho ese bosque”

-Pero cuánto dinero destina anualmente el gobierno de Tala al cuidado y la prevención de incendios de La Primavera- se le cuestiona al alcalde.

-Nosotros pagamos una brigada y una troca que los lleva. Eventualmente les pagamos la comida a los brigadistas.

-¿Por qué suspendieron clases hasta hoy que mejoró el clima, si la gente dice que desde el domingo ya olía a quemado, ¿no fue un poco tarde?

- Ayer nos reunimos con Salud y Educación, fue una reunión de tres horas, donde se determinó que sería a consideración de los maestros y de los padres de familia.

-Ustedes tienen un ingenio azucarero aquí, ¿no saben cuándo aplicar un plan de contingencia?.

-Nosotros no tenemos cómo medir las condiciones del clima. Esas máquinas las tiene el gobierno del Estado, sólo ellos. Hoy en la tarde va a llegar un camión que se va a instalar y que nos va a poder ayudar a tomar decisiones.

Sólo cuando hay incendios

Francisco Chávez vende cacahuates a un costado del Mercado municipal. No es tonto, dice que “nosotros nos damos cuenta de que esos incendios son provocados, luego ahí empiezan a construir. Tu fíjate, todos los años los incendios empiezan en Tala. Y ahí van, poco a poco comiéndoselo, porque del bosque se acuerdan sólo que hay incendio”, dice.

Fernando Ayala, director de la primaria López Cotilla afirma que hoy la contingencia implicó cerrar las aulas. “Hoy por la mañana cuando llegamos nomás había como 40 o 50 alumnos. Los padres de familia son los que solicitaron que se suspendieran las clases y como la Secretaría nos dio el permiso, sólo por hoy, pues dispusimos eso”. Sin embargo, ya casi al mediodía es muy común ver niños jugando futbol en las calles del municipio cañero. De la contingencia ni quien se acuerde.

En la plaza se ven personas que llevan en la cara un tapabocas que cuesta desde 2 hasta 12 pesos. Rosa Estrada es la dependiente de una de las cuatro farmacias que rodean la plaza principal. Dice que estos días se han vendido bien los cubrebocas pero también “los Afrin para la garganta y las gotas de manzanilla para los ojos”.

Tala, ese municipio con 56 mil habitantes localizado a 45 minutos de la capital del Estado se convirtió, durante los días que ha durado el incendio, en el respiradero de los contaminantes que ha arrojado La Primavera.

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