miércoles, 31 de octubre de 2012

El agua a debate en la academia de Ingeniería: agricultura contra pesca

España cuenta con conocimiento y tecnología suficiente para promover un uso mas eficiente del agua, mas amigable con el medio ambiente y mas productivo en la agricultura, aseguró hoy el ingeniero agrónomo Elías Fereres, durante el encuentro "Reflexiones sobre el agua" convocado por las academias de Ingeniería y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.


Además, debe plantearse la repercusión negativa que tiene para la pesca su control aguas arriba, con objetivos agrícolas, según expuso Miguel Losada en su ponencia "Otras demanda de agua más allá del regadío", y su gestión debe ser territorial y por cuenca, a razón de Juan Miguel Villar Mir, que disertó sobre el "Pasado y Futuro del agua" y abogó por la "recuperación progresiva de los costes del agua" y la asignación adecuada a sus usos.
Fereres, agrónomo y anfitrión, como presidente de la Real Academia de Ingenería (RAI), puntualizó en su exposición "Demanda, uso y consumo de agua en la agricultura", que la agricultura en España es una historia de éxitos, "con luces y sombras", y que el cultivo de regadío ha conseguido reducir a la mitad el gasto de agua por kilo de alimento producido.
Aunque reconoció que la agricultura es el principal consumidor de agua, con mas de dos tercios del total del recurso destinados a esa actividad en todo el planeta, una proporción que aumenta hasta 85 % en algunos países áridos y en España ronda el 75 %.
El complejo balance entre suministro y demanda del agua dulce, un recurso finito, según subrayó, se acrecienta con el cada vez mas frecuente registro de periodos de extrema sequía e inundaciones catastróficas, que se asocian al cambio climático.
Ante el proyectado aumento de la población mundial y la previsible mayor demanda de alimentos, Fereres propone políticas encaminadas a combinar un incremento del suministro del recurso y controlar el crecimiento de la demanda.
Elías Fereres, asesor de la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), forma parte del grupo de expertos de 20 países europeos sobre agricultura, seguridad alimentaria y cambio climático, y desarrolla un proyecto de identificación de la humedad del suelo a través de "google maps" para optimizar el riego y la producción.
Para Miguel Losada, catedrático de la Universidad de Granada y también miembro de la RAI, la reducción de agua dulce en desembocaduras de los ríos y estuarios, por el aumento de la agricultura de riego, es la causa directa de la escasez de peces que algunos achacan a la sobreexplotación pesquera.
Según sus datos, el choque de agua dulce con el caudal del mar genera una fuente de biodiversidad primordial para el desarrollo marino, que se ha alterado.
En el estuario del Guadalquivir, donde fundamenta sus estudios, la falta de agua dulce ha incrementado la turbiedad que impide la incidencia de la luz, disminuye la fotosíntesis y reduce el nivel de oxígeno.
En esa situación de hipoxia, como se conoce la carencia de oxígeno en agua, "el sistema es una cloaca emisora de CO2 imposible para peces, bivalvos y otros moluscos", subrayó. EFEverde

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