Los
investigadores, dirigidos por el profesor Manuel Martínez Bueno,
trabajan en el campo de los péptidos antimicrobianos, que representan,
según afirma este experto
ECOticias.
Científicos del Instituto de Biotecnología de la Universidad de
Granada (UGR) trabajan en la fabricación de conservantes biológicos
producidos de forma natural en los alimentos para incrementar la vida
media y la seguridad higiénica de los mismos, evitando los componentes
artificiales. Una línea de investigación que ya se está aplicando de
forma experimental en una empresa que comercializa aditivos
alimentarios.
Los investigadores, dirigidos por el profesor Manuel Martínez
Bueno, trabajan en el campo de los péptidos antimicrobianos, que
representan, según afirma este experto, "una interesante alternativa o
complemento a los antibióticos clásicos, cuyo uso está cada vez más
cuestionado por la aparición de resistencias en las bacterias, sobre
todo en los ambientes hospitalarios".
De este modo, el grupo granadino lleva décadas estudiando los
péptidos antimicrobianos producidos por bacterias, conocidos por el
nombre de bacteriocinas. Los expertos trabajan intensamente con una
bacteriocina que han llamado AS-48 y de la que se están desarrollando
varias aplicaciones, entre las que destaca la de bioconservante
alimentario para incrementar la vida media y la seguridad higiénica de
los alimentos.
"De hecho, este bioconservante podría ser utilizado en quesos,
embutidos, vegetales, pescados y salmón ahumado, ya que presenta una
enorme actividad contra la bacteria Listeria, de la que habitualmente
surgen brotes y que tiene una tasa de mortalidad de entre el 20 y el 30
por ciento".
Otra de las aplicaciones de este péptido natural obtenido de una
bacteria aislada del queso, estaría en el tratamiento de determinadas
infecciones vaginales en la mujer y en la producción de vacunas o en el
desarrollo de probióticos.
De hecho, estos científicos granadinos también trabajan para el
desarrollo de este péptido antimicrobiano como agente antimicrobiano
para tratar enfermedades bacterianas de la piel (acné, foliculitis,
impétigo), y otras enfermedades parasitarias mundialmente extendidas.
QUESO ARTESANAL
El grupo del Instituto de Biotecnología de la Universidad de
Granada también está centrado en la biodiversidad microbiana aplicada a
diferentes campos.
Uno de estos sectores es la producción de quesos artesanales, de
forma que tras estudiar las características de las bacterias y de los
hongos que componen este producto se podría conocer cuáles son los
microorganismos responsables de su sabor y aroma. "En la actualidad
trabajan con varios queseros artesanos y a través de este estudio se
podría lograr que sus quesos sean diferentes gracias al enriquecimiento
de determinadas bacterias, que además de seguridad higiénica, dan unas
determinadas características".
De esta forma, se conseguirían productos particulares
diferenciables por su sabor y olor de los estándares que tienen la
mayoría de los quesos industriales presentes en el mercado.
Otro de los sectores de investigación de este grupo de científicos
es la biodiversidad de bacterias asociadas a pájaros, con especial
atención al caso de la abubilla. "Se pretende establecer una relación
entre la presencia y actividades de determinados grupos de bacterias y
ciertos comportamientos y estrategias reproductivas de los pájaros",
afirman los investigadores.
Los granadinos están investigando cómo estos animales segregan un
líquido rico en bacterias que protege a las crías y a los huevos de
depredadores y enfermedades.
Además, trabajan en la biodiversidad de hongos y bacterias
presentes en obras de arte, particularmente en piedras de edificios
históricos y pinturas de caballete de la escuela granadina. Este estudio
va dirigido a remediar y prevenir el biodeterioro que se produce en
las obras de arte a consecuencia del crecimiento de los microbios sobre
ellas.
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