martes, 26 de febrero de 2013

El Homo antecessor, el homínido más antiguo de Europa, medía 1,73 cm de alto

El Homo antecessor, el homínido más antiguo de Europa, pudo medir entre 1,73 y 1,74 centímetros, algo más alto de lo que se pensaba, según el estudio más preciso que se ha realizado hasta la fecha sobre su estatura.  


Junto con la edad y el peso, la altura es uno de los principales parámetros que caracteriza a poblaciones e individuos, por lo que su estimación es esencial en áreas como la antropología forense y la paleontropología.
La obtención del nuevo dato sobre el Homo antecessor, una especie con unas proporciones corporales similares a la nuestra, ha sido posible gracias a una metodología que se basa en los huesos de los pies, desarrollada por investigadores del equipo de Atapuerca.
La nueva metodología, que acaba de ser publicada en la última edición de la revista científica Forensic Science International, ha permitido calcular de la forma más "ajustada posible" la estatura del Homo antecessor, anteriormente fijada en torno a 1,71 centímetros.
Así lo han explicado a EFE, Ignacio Martínez, profesor de la UAH y miembro del equipo de Atapuerca (Burgos), donde se halló al Homo antecessor, y el investigador Adrián Pablos, del centro mixto de la Universidad Complutense y del Instituto Carlos III sobre Evolución y Comportamiento Humanos, autor principal del artículo científico.
"La mejor manera de calcular la estatura es tener el esqueleto completo, pero no siempre es fácil disponer de ello, por lo que se recurre a modelos matemáticos" basados en el principio de la proporcionalidad, ha añadido Pablos, que también pertenece al grupo de Atapuerca desde el año 2005.
Es decir, los individuos grandes tienen huesos grandes y los sujetos pequeños también los tiene pequeños. Lo más eficaz es usar los huesos largos directamente implicados en la estatura, como el fémur y la tibia.
Sin embargo, en paleontología y ciencias forenses, los restos disponibles para trabajar dificultan la aplicación de estos métodos.
La nueva investigación propone una metodología mucho más robusta, basándose en el tarso o metatarso del pie, que al ser pequeños, suelen encontrarse completos. 
Además, según Pablos, la combinación del tarso y del metatarso hacen la estimación aún más fiable. La muestra con la que se ha trabajado para esta investigación está compuesta por casi cien individuos de una colección del Museo Historia Natural de Cleveland (Ohio, EEUU).
La metodología, que se ensayará en el futuro sobre el Homo heidelbergensis, será aplicable tanto a los fósiles como al área forense, ha concluido Adrián Pablos. En esta investigación han participado también el co-director de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, el departamento de Estadística de la UNED y paleontropólogos de las universidades de Cambridge y Rovira y Virgil, entre otros. EFE

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