sábado, 23 de febrero de 2013

Las estrellas y constelaciones crean empleo en Fuerteventura

Fuerteventura aspira a convertirse en reserva "Starlight" y a que sus cielos sean una alternativa turística más; de momento, han comenzado los trabajos de concienciación y se ha creado la primera empresa de la isla que organiza excursiones en busca de estrellas y constelaciones.

Aunque Fuerteventura carece de cimas altas desde las que contemplar el cielo como las que poseen La Palma o Tenerife, donde se han instalado importantes observatorios astronómicos, existen áreas de la zona central y de los Cuchillos de Vigán y, especialmente, en la costa de Barlovento que continúan aún a resguardo de los efectos de la contaminación lumínica.
Estas particularidades han llevado al Cabildo de Fuerteventura a iniciar los trámites para que la UNESCO la designe reserva "Starlight", un reconocimiento internacional a un espacio comprometido en la defensa de la calidad de los cielos nocturnos y al acceso a la observación de las estrellas.

Los deberes

De momento, han comenzado a hacer los deberes y en los últimos tiempos, tal y como explica a Efe el gerente de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, Tony Gallardo, "se han emprendido inversiones para corregir los excesos cometidos".
Aunque aún el proceso se encuentra en periodo de evaluación, Gallardo confía en que "a lo largo de los próximos meses se produzca la declaración".
La distinción "Starlight" volverá a poner en valor el cielo majorero, vinculado en la época prehistórica al mundo mágico religioso de los mahos, antiguos pobladores de la isla, tal y como demuestran la orientación de los podomorfos de Tindaya y escenario, durante siglos, de leyendas o de prácticas adivinatorias.
En pleno siglo XXI, el cielo de Fuerteventura ha dejado sus funciones predictivas y es un atractivo turístico más después de que la isla decidiera apuntarse a la moda del ecoturismo y complementar la oferta de sol y playa con excursiones para avistar cetáceos, programas de senderismo o deportes náuticos.
De ecoturismo y empleo sabe Karen Moore una londinense que, tras trabajar durante años en Madagascar para la ONG Reef Doctor con programas de protección de los corales, recaló en Fuerteventura. Lo que iba a ser un viaje de placer acabó en convertirla en una de los centenares de extranjeros que han terminado trasladando su residencia a la isla.
Tras años trabajando como dependienta, una noche de acampada en la zona de Esquinzo y un cielo estrellado la convencieron de la necesidad de compartir las vistas nocturnas y que ese sería su nuevo negocio.

Fotografiar la riqueza astronómica

Su cabeza empezó a llenarse de ideas hasta que en enero consiguió crear Stars by Night, la primera empresa de Fuerteventura encargada de organizar excursiones nocturnas en las que los participantes pueden conocer y fotografiar la riqueza astronómica.
En la aventura, a Karen la acompaña como guía Enrique de Ferra, un ingeniero de telecomunicaciones y astrónomo y que no se cansa de alabar las maravillas nocturnas de la isla: "Hay sitios ideales aquí para los apasionados de la astrofotografía con la posibilidad de admirar la Vía Láctea, las constelaciones o estrellas fugaces de forma muy cómoda", sostiene.
Además, para este colaborador del proyecto "Starlight", la Fuerteventura nocturna "es un paraíso para la fotografía debido a la variedad de paisajes preciosos y ricos en herencias culturales".
No obstante, cree que aún las instituciones deben dotar a la isla de infraestructuras adecuadas con el objetivo que prosperen las iniciativas astroturísticas.
Cada excursión comienza con una cena en un restaurante de Villaverde donde los participantes pueden degustar una gastronomía elaborada con productos de la tierra y después a perseguir estrellas por Vallebrón, Pozo Negro, Betancuria o Tefía, en cuyo albergue el Cabildo ha instalado un observatorio astronómico.
Desde hace semanas, los clientes han empezado a demandar, en algunos hoteles, las excursiones de Karen y, aunque aún es pronto, ya planea crear visitas para escolares, campañas sobre la contaminación lumínica o que la isla acoja algún congreso sobre astronomía.
Mientras tanto, Karen y Enrique recorren cada martes y jueves la isla huyendo de las nubes y la contaminación lumínica y buscando puntos desde los que poder ofrecer a sus clientes la Vía Láctea vista desde el suelo majorero. EFE

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