sábado, 7 de diciembre de 2013

Una nueva técnica para regenerar huesos humanos a partir de corales

Cuando se encuentra solución a un problema médico, lo normal es alegrarse. Pero en ocasiones queda la sensación de que para arreglar algo se va a estropear otra cosa, y que el resultado puede ser peor. Con el desarrollo por parte de un equipo de investigadores de una técnica para crear huesos a partir de corales ocurre precisamente esto: puede mejorar la vida de las personas, pero dificultar mucho la conservación de los arrecifes.
Cuando un paciente tiene problemas para recomponer el hueso – bien sea por un trauma, o por otros motivos como el cáncer de huesos – hay dos soluciones. Una es utilizar tejido óseo del mismo paciente, pero de otros huesos. En estos casos, el periodo de recuperación es largo y muy doloroso. Otra solución que se emplea desde hace mucho años pasa por utilizar corales para crear una matriz en torno a la que crece el hueso.
La composición química del coral es muy similar a la del hueso humano. Suficientemente parecida como para no generar rechazo y permitir el desarrollo de tejido en torno a la parte injertada, pero tan distinto que no es biodegradable. Así que se queda en mitad del hueso, con las complicaciones que eso puede tener.
Para solucionar esto, un equipo de investigación ha desarrollado un método para cambiar la composición química del coral, y hacerla igual que la del hueso. Con este cambio el tejido ya es biodegradable. Sigue sirviendo como andamio para construir hueso humano alrededor de él de manera natural. Y cuando deja de ser necesario, el cuerpo lo descompone y lo sustituye por tejido propio.
A nivel biomédico, el único pero que tiene esta práctica es que no aporta células óseas. Es decir, que ofrece la estructura para que se cree hueso, pero no las condiciones necesarias. En casos de cáncer de huesos, en pacientes que estén tomando quimioterapia o pasando por radioterapia no serviría.
La otra cara de la moneda, el punto negativo, lo pone el componente ambiental. Los corales se encuentran muy amenazados a nivel mundial. Y para desarrollar la técnica, los científicos han extraído corales de su medio natural antes de cambiarles la composición química.
Si este método se populariza, el impacto sobre los corales sería cada vez mayor. Criar corales en laboratorio a la velocidad que haría falta para proporcionar materiales con los que los científicos y los médicos podrían trabajar resultaría imposible. Así que la única fuente estaría en la ya muy dañada naturaleza.
Como suele ocurrir en estos casos, se da un debate sobre qué es más importante: mejorar la vida de las personas o conservar la naturaleza. Sólo que en este caso la situación no es exactamente esa, ya que hay otras técnicas para ayudar a los humanos enfermos, pero no muchas alternativas – por no decir ninguna – al papel que cumplen los corales y sus arrecifes en la ecología marina.

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